Perfume de blancas flores
que se deshojan y brotan
hoy no perecen y embotan
los centellantes amores.
Gardenias dicen rumores
al olfato del recuerdo
no hay rencor si me remuerdo
por las equivocaciones
que cerraron los telones
del tiempo cuando me acuerdo.
Dos gardenias para ti
cuando te dije te quiero
marchitaron y en el fiero
Jarrón quedo junto a mi.
Su perfume en frenesí
sin dudas se evaporó
a la brisa se soltó
como se marchan los sueños
y en los cúmulos de empeños
el reproche no anidó.
Otro querer inundó
la fragancia vespertina
y esta flor sin una espina
tan sólo se marchitó.
Tus gardenias me dejó
allí en mis caballerizas
un corazón hecho trizas
una mirada que incierta
no deja la puerta abierta
a pétalos en cenizas.
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