sábado, 26 de septiembre de 2009

El niño y su furia



El Niño; ¿sabes quien es?,
unos dicen , el final,
otros achacan el mal
al hombre que no es cortes.
Este fenómeno pues
es de gran envergadura,
la tierra desde la altura
galopada por tornados,
fuegos gigantescos dados,
inundación y cisura.

Puede ser que ya se augura
lo que dijo un gran profeta,
la tierra estará repleta
de dolor y desventura.
Arrasa la Agricultura,
El niño con su furol,
parece que en su arrebol
destroza todo a su paso,
encrespando el cielo raso
y oscureciendo hasta el sol.

Asusta el Niño y lo sabe,
nadie puede detenerlo,
¿Quien pretende obedecerlo
si en su furia nadie cabe?
El amor será el jarabe
que calme esa rabia loca,
porque, el amor, sólo toca
si se extiende en los humanos,
los parajes más arcanos
sepultados bajo roca.

Solo podemos luchar
por detener éste Niño,
con el preciado cariño
que contiene el verbo, amar.
El Niño, se pudo dar,
por Ley de Causa y Efecto,
la violencia en su trayecto,
el crimen, la mezquindad,
no atraen otra verdad
y este es el pago indirecto.

Convoco a la humanidad
a juntar los corazones,
desplazando las acciones
de dolor e iniquidad.
Propongo la sanidad,
la protección del ambiente,
Paz y Amor: como corriente,
que nos nutra hacia la vida,
para que: Niño, Cáncer, Sida,
no puedan cruzar el puente.

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